La semana pasada estuve en una interesante exposición que hay ahora mismo en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. La exposición de fotografía de Ron Galella. Me hizo especial ilusión cuando descubrí que habían traído a Madrid algunas de sus fotos porque hace unos meses, mi novio y yo estuvimos investigando sobre él y admirando sus fotografías. Especialmente la de Robert Redford con sus gafas de espejo (una pena que en la expo no esté esta foto).

Ron Galella es uno de los paparazzis más famosos del mundo. Como paparazzi, su trabajo como fotógrafo está siempre en tela de juicio, que si eso no es arte, que si es un buitre, que si entra en la intimidad de los famosos...yo no voy a entrar a analizar esto porque no soy una experta en la materia, lo que sí que sé es que sus fotos me han llamado la atención y la mayoría de ellas las he visto un millón de veces, por lo tanto algo tendrán. Está claro que le época en la que el fotógrafo tuvo su mayor momento (años 60,70 y 80) ayuda mucho, los estilismos, el ambiente, el tipo de famosos que retrataba...Hoy, Galella sigue en activo pero como él dice, las celebridades de hoy en día son menos interesantes y mucho más efímeras.

Justo eso estuve reflexionando mientras veía sus fotos. En ellas ves fotografías de lujosas fiestas en New York, a las que asistía la que de verdad era la alta sociedad de esos momentos, fiestas en las que podías encontrarte con Andy Warhol, Nati Abascal o Paloma Picasso compartiendo mesa. Galas en las que John Lennon charlaba tranquilamente con Mick Jagger o eventos a los que acudía Michael Jackson acompañado de Brooke Shields.

No me gusta tener siempre la impresión de que cualquier tiempo pasado (el siglo XX en mi caso) fue mejor, pero sinceramente, hay muchas cosas que se han corrompido en el siglo XXI. Puede sonar muy superficial decir que el glamour de antes ahora ya no existe, pero estamos hablando de un fotógrafo de celebridades, no un fotógrafo de guerra y además, creo que es objeto de estudio sociológico el porqué hoy en día cualquiera puede llegar a ser famoso sin tener ni un poco de talento o esa chispa que hace que todo el mundo se gire a mirarte.

En la exposición, a parte de ver algunas de las fotografías de Ron Galella, podemos ver un documental "Aplasta su cámara" (Leon Gast) que ganó un premio en Sundance y que es super interesante. En él, se reflexiona un poco sobre todo esto que intento explicar y se cuestiona si se debe considerar arte el fotografiar sin su consentimiento a alguien. Sinceramente, algunas de las fotografías que he visto de Galella, son tan artísticas o más, que muchas fotos que cumplen todas las normas que te enseñan en las clases de fotografía. Y es que en la mayoría de los casos, el talento nace, no se hace.