Ayer descubrí en uno de mis blogs de decoración favoritos un salón que me encantó. Tampoco es que sea muy innovador pero la interiorista portuguesa María Barros (que se llama exactamente igual que una de mis mejores amigas que también es interiorista jaja) ha realizado un trabajo lleno de color, sencillo y muy muy armonioso en este salón. Y es que a veces no hace falta hacer cosas rebuscadas ni súper barrocas para conseguir espacios glamurosos y agradables. Aunque a mi lo que más me gusta es la frescura y alegría que desprende este interior. Para mi, son dos de las cosas más importantes en una vivienda. 

Atención a: la combinación perfecta de colores, la palmera platanera, los cojines con motivos geométricos (que recuerdan un poco a estos que puse en mi último proyecto http://a-desperate-lifestyle.blogspot.com.es/2012/05/vivienda-en-las-tablas-interiorismo.html), los cuadros con elefantes, la consola turquesa con tachuelas doradas, las sillas tulip con el cojín fucsia, el papel de pared...

Hola, hoy es otro de esos días especiales en mi blog. Cuando termino un trabajo, hasta que no hago las fotos no siento que está terminado del todo, es como la culminación de varios meses de esfuerzo por mi parte y por la de los clientes, que son un punto muy importante para que quede bonito de verdad, y es que sin ellos, no existiría el proyecto. Me encanta mi trabajo precisamente por la satisfacción que da ver al cliente feliz.

Pero bueno, no me enrollo porque hoy la cosa va para rato ya que esta vez tenemos, hall, salón, dormitorio y vestidor-despacho. 

Estamos ante un apartamento en las afueras de Madrid, un apartamento con dos habitaciones, una de ellas se quería transformar en un vestidor que a la vez fuese la zona de estudio. No hizo falta hacer obra ya que la distribución y el espacio estaban perfectos, pero se cambió el color de las paredes y toda la decoración de la vivienda. Intentando buscar espacios frescos, jóvenes y apacibles.

HALL

Los dueños de la casa son unos amantes de los viajes, conservan muchos recuerdos y fotografías de viajes exóticos, así que intentamos crear un espacio actual y moderno que contrastase con aquellos detalles orientales, árabes y étnicos. Decidimos poner un papel de rayas celestes y blancas para aportar el toque serio y elegante, mezclado con la lámpara y el espejo moriscos y las fotografías tailandesas. Para esta zona buscamos un mueble sencillo en color blanco que recuerda a muebles de estilo chino y así obtenemos una mezcla perfecta y armónica.

Para continuar con la idea del hall, el salón también debía tener reminiscencias exóticas pero sin ser muy evidentes y sobre todo, siguiendo la idea de un interior moderno y con frescura, ya que estamos ante una pareja joven. 

Los clientes ya tenían el sofá, un sofá blanco que es perfecto para conseguir modernidad y deja que el color lo aporten los detalles. Elegimos una paleta de color en la que el fresa-coral fuese el protagonista, combinado con verdes y marrones. La alfombra de vaca también la tenían los dueños, pero decidimos colocarla en esta parte de asientos para hacerla más acogedora y compramos una mesa de cristal, que dejase ver los marrones de la alfombra y a la vez aportase ligereza al espacio.

Las telas de los cojines, siguiendo la combinación rosas-verdes, tienen motivos geométricos con un aire árabe pero muy actuales, aportando la modernidad que se buscaba para el salón. 

También elegimos la famosa Rocking Chair de los Eames con un cojín de tela de saco, combinando así materiales rústicos con materiales modernos. Se buscaba modernidad pero no queríamos un interior frío, queríamos sobre todo que fuese acogedor.

El dormitorio, claramente, tenía que ser un lugar muy muy tranquilo, que inspire serenidad. Se trata de un dormitorio no muy grande, en el que sólo tenemos la cama de matrimonio y las mesillas de noche. Lo primero que pensé fue en buscar unas mesillas de noche muy muy ligeras, que sólo sirvieran para colocar las lámparas de mesa y así no agobiar el espacio.