Welcome to Dreamland
20:11
Mañana 8 de septiembre de 2011, será un día histórico en mi vida. Llevo todo el día pensando sobre esto, y es que mañana voy a ver en persona a uno de mis ídolos. No soy yo mucho de ídolos, bueno, me refiero a que nunca he sido una fan histérica típica pero cuando algo me gusta, llego a obsesionarme y hasta llego a considerarlo como algo mío, y me pasa eso con mis artistas favoritos, que ya les considero hasta de mi familia.
este flamenco gigante decora la entrada de un café en Baltimore, en honor a "Pink Flamingos" (John Waters) |
En fin, el caso es que mañana viene John Waters a Madrid, a presentar su monólogo "This Filthy World", que él mismo describe como "hablo de mis películas, del mal gusto, la religión, los discos de versiones y todas y cada una de mis obsesiones, pero el gran tema que le da coherencia a todo esto es el contarle al público cómo puede alcanzar la felicidad a través de la celebración neurótica de lo inmundo." Sinceramente, con esta descripción me apetece muchísimo más ir a verle. En el párrafo anterior os cuento que puedo llegar a obsesionarme con las cosas, pues si John Waters me recomienda alcanzar la felicidad comportándome de forma neurótica, le haré caso, y eso que puede parecer una incoherencia por mi parte, que siempre hablo del buen gusto, reivindicar ahora al rey del mal gusto, pero es que ¡el mal gusto también es bello!
Me explico. Los flamencos rosas, por ejemplo, pueden considerarse una horterada americana y todo lo que queráis, pero yo veo un flamenco de jardín y siento casi casi síndrome de Stendhal y así con otras muchas cosas consideradas de "mal gusto" pero, acaso nadie ha sentido atracción por las tormentas? por un incendio? por cosas que nos deberían dar miedo pero que en realidad son bellas. Esto ya lo hacían los pintores románticos en el siglo XIX, sientes lo sublime dentro de ti y no sabes por qué, pero eso te gusta, mejor aún, sientes que te gusta. Es como un olor o un sabor. Pues eso, que yo siempre defenderé "el mal gusto" por muy idiota que suene que lo diga yo y no John Waters.
Entonces, llegados a este punto puedo explicar mi relación con este señor de bigotito fino y pinta de loco. Pues nada, resulta que no sé en qué momento de mi infancia le vería por la televisión pero me encandiló, me hizo mucha gracia y me aprendí su nombre y crecí acordándome de él sin saber si era un director de culto ni nada por el estilo, me hacía gracia y punto. Un día vi que tenía una película que se llamaba "Pink Flamingos" y ahí es cuando casi me da el ataque. Yo, que creo que he sido un flamenco en otra vida descubro que este señor, además es un obseso de los flamencos también. Ganó puntos, la verdad. Después a lo largo de los años, pues fui viendo sus pelis y de todas, "Hairspray", "Cry Baby" y "Los asesinatos de mamá" están en mi top. Todas tienen detalles que me gustan, ambientes super atractivos, huelen a cultura pop, a retro, a cutre guay...para mi alcanzan lo sublime. En cierto modo, me hacen sentir que soy adolescente siempre, que estás en tu cuarto escuchando tus discos, con tu mundo, tus cosas acumuladas a lo largo de los años, que pueden ser feas pero para ti son las más bonitas del mundo. Eso es John Waters.
Y nada, luego para culminar todo esto, acabo descubriendo en mis últimos años de adolescencia, que John Waters nació el 22 de Abril, exactamente el mismo día que yo (pero unos 30 y pico años antes, claro!) y si digo que cuando me obsesiono con un artista le considero de mi familia, a John Waters, desde entonces, le considero mi otro yo, mi yo nacido en Baltimore, con bigote y abranzando a un flamenco rosa. Así que mañana, a lo mejor me da un patatús. Ya os contaré, seguro que aprendo mucho con su actuación y me va a inspirar tanto, que ya sólo voy a hacer proyectos con objetos kitchs, por favor, !dejadme colocar figuritas de Lladró, flamencos de plástico, fotos de Michael Jackson, teléfonos rosas... alguna vez!
Bueno, para terminar y no perder el norte de este blog, os dejo con unas fotos de la casa de John Waters sacadas de un libro de Todd Oldham (ya hablaré de este hombre en un futuro).
Y que sepáis que siempre que entréis aquí hay flotando algo de John Waters, el propio título de mi página web es un homenaje a él.
** Edito**
Aquí os dejo con el autógrafo que acaba de hacer John Waters sobre mi tarjeta:
3 comentarios
Hola!! acabo de llegar a tu blog por casualidad y me encanta!! te sigo desde ya, muaaa
ResponderEliminarGracias!!! espero verte más por aquí!
ResponderEliminarJiji, Guille, mi novio habló por teléfono algunas veces con él para un homenaje en el Festival de Cine de Huelva. Al final no pudo ir pero garbó un video.Alaska y Mario Vaquerizo, que sí fueron, miraban a Guille y decían "Este es el chico que habló con John Waters!!" Fin de mi historia. Y por cierto, "Cry Baby" es una de mis películas favoritas desde que tendría 10 años.
ResponderEliminarBss!